Ven
Ven a verme
y dime lo que piensas
mientras tomamos el elixir
del amor
a la luz de la Luna.
No importa
que salga el Sol
y disipe los sueños.
Éstos viajarán
hasta el fin de los días
donde nos conocimos.
Ven a verme,
y lo recordaremos.
Juan T.
Ocurre
Nos besamos,
y todo se convierte
en el mejor milagro.
Nos abrazamos,
y quedamos entre sensaciones
que despejan incógnitas.
Nos imaginamos,
y ocurre,
siempre ocurre.
Juan T.
Preñados
Nos preñamos
de amor,
y con él multiplicamos
lo que merece la pena.
Nos hacemos competentes
con amor,
con mucho amor,
con el amor que fue
y también con el que nos hará volver
a los mejores instantes.
Preñados estamos.
Juan T.
Estamos bien
Nos tomamos
ese momento que es amor
entre situaciones
que nos alimentan
con caricias claras.
Nos determinamos
con esos entusiasmos
que nos llevan
donde todo tiene algo más que decir.
Hemos de atender
los pensamientos con singulares gestos
que nos quitarán todo lo malo.
Respiramos, amamos,
seguimos como si todo tuviera sentido:
nos animamos porque es verdad
que nos queremos
con y sin certezas
desde simpatías y sentimientos profundos.
Nos quitamos los pesares
con besos y entregas
que nos proponen estar bien,
y bien estamos.
Juan T.
Lo que siento
No sabría qué decirte
en una mañana como ésta,
pero sí sé lo que siento.
He percibido,
y tengo pruebas,
que sin ti nada avanza,
que todo permanece quieto
en la rectitud de una vida
que nace y se recrece
en el amor mismo,
con él, por él.
Te imagino y te sé,
más me quedo sin palabras.
Debe ser que la ilusión
nos alcanza
en esta especie de suerte
que fomentamos y fecundamos
justo en esta mañana,
que no sé qué decirte,
pero sí sé lo que siento.
Juan T.
Rocemos
Bajo para entregarme a ti
y para ser feliz
con todo lo que haces,
con lo que reseñas
desde arreglos claros y ciertos.
Nos debemos
a los cambios que son verdad,
a las presunciones
que son premisas
con altivas intenciones.
Pedimos,
nos somos,
y ahí seguiremos.
Hay cariño.
Subo para entenderte,
para presumir de lo que sigue,
de las estelas en la mar
que nos confunden.
Nos presentimos
con ese anhelo que nos divisa
con gustos queridos,
que expandimos.
Rocemos,
y así veremos el gran futuro
que podemos compartir.
Juan T.
Lo mejor de lo mejor
Insistamos
en el amor con gozo
y sepamos los motivos
para conciliar
qué hacer
en entregas renovadas
que nos acercarán
con normativas singulares.
Los hechos nos disponen
con criterios singulares
cargados de suavidad
y de pensamientos ilusionados
de futuro,
con los que conviviremos perfectamente.
Subrayemos los deseos
y viajemos hasta ese inicio
de lo mejor de lo mejor.
El amor es la perfección,
o algo similar.
Juan T.
Nuestro mar
Nos daremos
lo mejor, el deseo,
la ida, la vuelta, todo.
Nos hallaremos
en la complejidad
que tanto nos gusta.
Hemos regalado parámetros
y nos elevamos
hacia el mar,
que hoy es nuestro.
Juan T.
En el desván
Subimos
a ese desván
que cultiva el amor:
con él florecemos.
Hace tiempo que nos buscamos,
y por fin hemos dado
con esa azotea
donde nos abstraemos
y nos vinculamos
en lo físico y lo psíquico.
Somos uno
por amor, con mucho amor,
en este desván.
Subimos.
Juan T.
La clave
Gustamos
de un deseo expansivo
que nos atrae
y todo lo dice.
Nos implicamos
y por suerte nos salvamos.
Es el amor.
Siempre es la clave.
Juan T.