El encargado de la discoteca y el dueño de la misma, se tendrán que sentar en el banquillo la semana que viene por un exceso de ruidos producido en el citado local.
Boutique, que era local de referencia a la hora de ocio y ambiente nocturno murciano, fue mucho tiempo uno de los quebraderos de cabeza de la Fiscalía de Medio Ambiente.
Los vecinos de Boutique alegan grandes molestias producidas por la música y el gentío que se agolpaba en las inmediaciones del local, lo que derivaba en vibraciones en sus casas, estrés, ansiedad e imposibilidad de descanso.
La próxima semana se juzgará a Héctor D.S. y Juan Antonio B.S, a quienes el Ministerio Público exige que indemnicen a los vecinos.
Ciñéndonos a la licencia del local, que permaneció abierto hasta mediados del 2016, su actividad debía orientarse a «café/teatro», por lo que no encaja a priori que derivase en problemas de descanso entre los vecinos.