Una veintena de familiares y amigos de la mujer de solamente 38 años, aguardaban ayer en Urgencias del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca preocupados por el grave pronóstico que presentaba la víctima, la cual había sido rociada con gasolina y prendida fuego de manos de una vecina el pasado martes.
La madre de la fallecida sollozaba ayer que los hijos de la misma fueron testigos presenciales del brutal ataque, cuando la vecina entró para encararse con ella por una bicicleta, rociándola con una garrafa de gasolina para posteriormente prenderle fuego aprovechando que la víctima se encontraba dormida en el sofá.
Tras la agresión la víctima fue trasladada en la tarde del martes al Hospital Virgen de la Arrixaca, siendo ingresada en. la UCI con quemaduras de segundo y tercer grado en el 70% de su cuerpo. La agresora también tuvo que ser ingresada con quemaduras en el 6% de su cuerpo, habiendo salido ya de la UCI y habiendo sido trasladada al módulo de hospitalización de presos del centro sanitario.
Al tratarse de dos familias de etnia gitana, la Policía Nacional desplegó ayer un dispositivo en el servicio de Urgencias de la Arrixaca para evitar posibles altercados, máxime cuando familiares de la fallecida manifestaban que no se moverían de ahí hasta ver salir a la agresora y poder tomarse la justicia por su propia mano.
La fallecida tenía cinco hijos pequeños, de edades comprendidas entre los 3 y los 17 años, a los cuales deja huérfanos.
La detenida está previsto que pase hoy a disposición judicial.