LOS BANCOS, LOS FONDOS BUITRE Y LOS CONSUMIDORES
Hace poco más de diez años, a finales del año 2008, el economista estadounidense Paul Volcker, una eminencia en Economía (ex director de la Reserva Federal y asesor económico de varios Presidentes de EEUU), afirmó, en una conferencia de prensa, ante el estallido de la crisis económica, que estábamos ante la madre de todas las crisis financieras. El dinero ficticio -o falsa liquidez, como lo han denominado muchos economistas posteriormente- había llegado a su fin. Los bancos comerciales y, especialmente, los de inversión (bancos de negocios que realizan operaciones económicas complejas) habían hecho negocio con lo que no se debía haber hecho nunca: las hipotecas. La burbuja inmobiliaria pinchó por razones que, macroeconómicamente, no se explica del todo bien pues los tipos de interés (el precio del dinero que establecen los Bancos Centrales), al momento del inicio de las crisis, estaban alrededor del 3,00% en EEUU, al 3,25% en la zona euro y casi al mismo porcentaje en Inglaterra (aunque a principios del 2008, el Banco de Inglaterra tenía fijado el Official Bank Rate al 5,00%, y, con algún porcentaje mayor, un año antes cuando el mayor banco europeo por capitalización bursátil, a ese momento, HSBC, reconocía ya problemas de pérdida en su balance por las hipotecas de alto riesgo concedidas).
Centrándonos en España, la gestión de las Cajas de Ahorro fue, general y notoriamente, nefasta para todo el sistema bancario español; de 47 Cajas que existía, por ejemplo, al año 2005, poco a poco fueron fusionándose entre ellas y, finalmente, desapareciendo todas, quedando, a fecha de hoy, sólo dos en funcionamiento (la balear Caixa Pollença y la valencianaCaixa Ontinyent). Respecto a los bancos (a fecha de hoy son 11), durante estos años, ha ocurrido varias circunstancias que, grosso modo, en este limitado espacio, se podrían explicar de esta forma: la banca comercial, la que gana dinero por los depósitos que contratan sus clientes y, con ello, prestan dinero con los intereses correspondientes, se metieron en una dinámica de exposición al ladrillo que, con el estallido de la crisis, les generó todo tipo de problemas de solvencia en sus cuentas de resultados. Simultáneamente, empezaron con la comercialización a los ciudadanos de productos bancarios realizados con matemáticas financieras que casi nadie comprendía pero que los vendían sin cesar: swaps, participaciones preferentes, deuda subordinada.. etc. La razón de estas ventas radicaba, además de en la desmesurada ambición, en que, realmente, necesitaban liquidez.
La consecuencia de todo ello, además de la concentración bancaria citada, fue la altísima morosidad del sistema bancarioy que, de alguna manera, debían sanear a toda costa sus balances. ¿Cómo lo han hecho? Principalmente, vendiendo su morosidad a los llamados fondos buitre(fondos de capital riesgo que compran deuda y activos al menor precio posible para, posteriormente, presionar y vender esos activos a altísimos precios y rentabilidades y que no sólo funcionan con bancos, sino a nivel de deuda de países soberanos; en su acepción inglesa fondos distressed o holdouts, y cuyos domicilios fiscales tienen su sede, generalmente, en Luxemburgo). Por poner algunos ejemplos en el sistema bancario español, Banco Sabadell (el cuarto banco español por capitalización bursátil) ha vendido sus créditos fallidos, desde hace unos cuatro años hasta ahora, a los fondos AIQON CAPITAL, PIMCO por valor de más de cuatro mil millones de euros. Hace semanas vendió casi la totalidad de su inmobiliaria Solvia al fondo INTRUM con una plusvalía de unos 138 millones de euros. Banco Santander, primer banco europeo por capitalización bursátil actualmente, hizo lo mismo con su inmobiliaria Altamira al fondo estadounidense APOLLO y la inmobiliaria Aliseda (que era del Banco Popular) al banco de inversión estadounidense BLACKSTONE; este Banco se ha deshecho de la cartera tóxica heredada del Popular a, asimismo, BLACKSTONE. Lo mismo que BBVA lo ha hecho con el fondo CERBERUS, fondo, asimismo, estadounidense que se hizo, hace unos cinco años, dueño y señor de los activos tóxicos de Bankia; así como el fondo LONE STAR, hace semanas, se hizo con más de 3.000 millones de activos tóxicos inmobiliarios. Y CaixaBank, exactamente lo mismo con su negocio inmobiliario Servihabitat al fondo LONE STAR en unos 7.000 millones de euros.
Mientras los ciudadanos y familias españolas, por consecuencia de la crisis no imputable a ellos, están, en su gran mayoría, sobreendeudadas (a pesar de la bajada de la morosidad), los generadores de la crisis, con el visto bueno o asentimiento de los supervisores nacionales -Banco de España y Comisión Nacional del Mercado de Valores- durante estos diez años, lo han tenido y tienen mucho más fácil: vender su deuda a fondos buitre. La senadora estadounidense Elizabeth Warren, profesora de Harvard Law School, especializada en sistema bancario internacional, llegó a decir, poco después del estallido de la ‘madre de todas las crisis financieras’, que los grandes bancos engañan a sus clientes y a nadie se le ha exigido debidamente responsabilidades.
Ignacio Fernández Salar
Abogado y Asesor de empresas