Los humanos siempre han buscado significado durante el tiempo que pasan durmiendo. La creencia de que tienen verdades almacenadas en nuestro interior que realmente no conocemos se remonta a Freud a fines del siglo XIX y principios del XX. Propone que la función de los sueños es la realización de un deseo oculto, revelando así nuestros deseos más reprimidos.
Antiguamente los egipcios y mesopotámicos veían los sueños como mensajes de los dioses. Y los griegos y romanos los usaban para intentar predecir el futuro.
Zapatos, personas, cosas, ropa que se desvanece, lugares a los que tratamos de llegar pero por alguna razón no podemos. Todas las culturas del mundo tienen una serie de sueños y pesadillas recurrentes que se suman a la magia y maravilla del mundo de los sueños, ese lugar hermoso y misterioso, a veces loco y otras veces aterrador, al que todos podemos ir, cuando cerramos los ojos y dormimos.
Según la interpretación de los sueños de Sigmund Freud, se pueden tratar de comprender los sueños, en esos, que te puedes despertar de golpe con el corazón palpitando muy rápido, pueden ser diferentes razones de estrés o de instintos reprimidos, nos pueden proporcionar información útil sobre nuestras vidas.
La ciencia ha avanzado en los últimos años y ha demostrado que las cosas son más simples o más mundanas de lo que sugirió Freud. “Los sueños no esconden mensajes encriptados ni fantásticos. De hecho, muchas veces se parecen más a tus pensamientos o acciones diurnas de lo que podrías pensar”, explica una psicóloga experta.
Las últimas investigaciones sugieren que cuando estamos soñando, en realidad solo estamos lidiando con los intereses, recuerdos y preocupaciones que generalmente dominan nuestro día. «Tenemos delirios, pensamos en amenazas y miedos, y pensamos en nuestros seres queridos», explicó Barrett.
Por lo tanto, los sueños tienen a veces significados psicológicos con extensiones a nuestros pensamientos y preocupaciones en el estado de vigilia, relacionados con nuestra vida cotidiana. Muchas veces son sueños absurdos, extraños o ilógicos, esto se debe a que nuestro cerebro funciona de manera muy diferente cuando estamos dormidos.