La tarde del jueves se convirtió en un caos circulatorio a causa de las intensas tormentas que se produjeron, que inclusive en algunos casos llegó a convertirse en granizo. Tal y como suele ocurrir en estos casos, no tardaron en provocarse retenciones en el tráfico, llegando incluso a caravanas de hasta 9 kilómetros en el paso de la A-7 por Librilla.
Material urbano y personal de toda clase se vio afectado por la intensa lluvia, la cual provocó también la inundación de canales, vías y calles.
El Centro de Coordinación de Emergencias 1-1-2 Región de Murcia recibió ayer entre las 14 y las 19 horas, más de 60 llamadas relacionadas con asuntos por las lluvias y tormentas, la mayoría, en el poblaciones del Valle del Guadalentín. Por suerte, no hubo desgracias personales, y básicamente la intervención fue para retirada de obstáculos en las carreteras y achiques de agua.