Un presente estudio de psicoterapeutas, habla sobre que uno siempre quiere pensar que la calma está de su lado. «Sabes» o mejor dicho crees convencido, al igual que muchas personas, que tu pareja no te sería infiel o uno siempre quiere creer eso, ya que vuestra relación es completamente sana. Las infidelidades, después de todo, creemos que son propias de relaciones conflictivas o carentes de emoción. Sin embargo, esta creencia tan generalizada no es tan certera.
La frase «no es oro todo lo que reluce» aplica perfectamente a muchas relaciones en las que, desde fuera, parecen ser ideales y felices, pero en realidad esconden problemas serios, como la infidelidad. A menudo, las parejas que son infieles pueden proyectar una imagen de armonía, complicidad y éxito emocional, pero lo que sucede en privado puede ser muy distinto.
Hay varios factores que explican por qué alguien en una relación aparentemente perfecta puede ser infiel:
- Baja autoestima. A menudo el problema subyacente de las aventuras amorosas en las relaciones sanas es la autoestima baja, la deficiencia de control emocional, la impulsividad y la falta de madurez. Para muchas de las personas que carecen de autoestima, no importa cuánto amor reciban, nunca será suficiente. Cuando alguien tiene un affair, esa aventura hace que se sienta deseado y le proporciona un impulso delirante para sí mismo.
- Insatisfacción oculta. Aunque una pareja pueda parecer feliz, uno o ambos pueden sentir una falta de satisfacción emocional, sexual o incluso de crecimiento personal. A veces, estas necesidades insatisfechas no son visibles para los demás o incluso para la propia pareja, pero pueden llevar a la búsqueda de algo más fuera de la relación.
- Rutina y aburrimiento. Las relaciones largas pueden caer en la monotonía. A veces, las personas buscan novedad y emoción fuera de la relación sin necesariamente estar insatisfechas con su pareja. Quieren experimentar algo nuevo, pero siguen valorando su relación.
- Deseo de validación. Aunque alguien esté en una relación aparentemente feliz, puede sentir inseguridades internas y necesitar validación externa. La infidelidad, en este caso, puede ser un mecanismo para reafirmar su autoestima o atraer atención.
- Negación o separación emocional. Algunas personas logran separar emocionalmente su relación principal de una aventura. Ven la infidelidad como algo «separado» de su vida de pareja, lo que les permite continuar proyectando una imagen de relación sólida.
- Presiones sociales. Algunas parejas pueden mantener una fachada de felicidad debido a las expectativas familiares, sociales o económicas. En estos casos, la relación puede parecer «perfecta», pero los problemas subyacentes están ocultos para proteger esa imagen pública.
Las infidelidades no siempre son un síntoma de una relación rota a simple vista. Las relaciones son complejas, y a menudo, lo que parece ser una relación perfecta puede estar lidiando con problemas que no son visibles. Como la frase dice «en todas partes se cuecen habas», en cualquier caso o situación ocurren problemas, en todas las parejas hay altibajos, independientemente de lo ideal que pueda parecer una pareja, todas atraviesan desafíos o momentos difíciles en algunos momentos.