Desde Democracia Plural celebramos la salida del gobierno del Partido Popular, pero no magnificamos la euforia creada con la elección del nuevo presidente y su imprevisible gobierno. Creemos que es un momento de equilibrios difíciles, en donde debe estar presente el sentido común más que nunca.
El Partido Popular estaba cercado desde el comienzo de la presente legislatura por innumerables casos de corrupción política y económica, que no fueron atajados como la situación merecía ya que el propio partido era beneficiario de la misma.
En una situación de lógica política y de sentido de Estado, el señor Rajoy debería de haber dimitido y dar la palabra a los españoles, para que con su voto los ciudadanos legitimasen una nueva mayoría parlamentaria. Pero ha respondido como se le esperaba.
El PSOE ha aprovechado una ocasión legítima para hacerse con el poder, hasta ahí nada que objetar, pero la ambición del ya presidente Sánchez ha generado una serie de pactos contranatura, que será muy difícil de digerir y que dificultará enormemente la gobernabilidad, más que nada por los compañeros de viaje que le han aupado. Pero no debemos olvidar que utilizar los cauces que la democracia nos proporciona siempre es legítimo. Pensemos en el caso de Murcia, donde el anterior presidente se tiene que ir, acorralado por distintos casos de corrupción y lejos de convocar elecciones le sustituye el actual presidente, sin pasar por las urnas y el Partido Popular ahí si que legitima.
Vamos por tanto a dar una oportunidad al nuevo equipo de gobierno, demandando sensatez y sentido común como bandera y pasado un tiempo hablamos. No es bueno caldear el ambiente, ni para los gobernantes ni para los gobernados. Estaremos expectantes.
Por el bien de la nación, buena suerte y buen gobierno.